#1

Sofocas mi cara, sometes la voluntad con tu mirada, lanzando los hilos y atando mis mañas,
Te acercas, me acercas un poco no mucho,
Despacio, seguro, confiado, airado,
Me abrazas, con fuerza, destreza,
Queriendo mi todo y pidiendo el extra,
Me caigo… en el abismo que es tu amor,
Me ciego, me cierro, me escondo y tropiezo,
Las mariposas rugen y solo quiero vomitar, me volteo y vuelo, libero las alas y también las patrañas que tenia guardadas,
Respiro, me muero, revivo, suspiro y sé quien eres tu…

Victoria Gabmor.

A cada instante

A cada instante mi mente hace corto circuito;

Danza entre nebulosas de confusión por olvidar que te fuiste,

Me despierto en sobresalto; sudorosa y asustada por la pesadilla presente,

Donde camino, vivo una vida que no es mía, estoy sin estar.

A cada instante tengo que detenerme un momento;

Mi instinto me lleva a la estación de tu vida, a los asientos de tus recuerdos, a los cubículos de tus momentos,

Mi cuerpo y mi mente se disputan hacia dónde ir,

Siento el balanceo involuntario que tenemos antes de dar un paso,

Mi cuerpo por un momento dominando la situación,

Dale un descanso, le pide mi mente,

Cierro los ojos, derrotada y giro mi cuerpo desganada,

Vago sin rumbo fijo ni dirección,

Buscando un algo, un alguien, que me haga reaccionar,

Que me haga ver que hay más de donde vino eso.

A cada instante me suena el pitido en el teléfono;

Recordándome de tu cumpleaños, sonando incesante con tu nombre, gritando en vibrador,

La alarma por hacer ejercicio para ponerme más guapa y darte unos celos que te pegan no suena, quedando relegada a una vida segundona,

El delineador yace medio abierto en el tocador, cuando intenté maquillar esta tristeza que me envolvía y fallé.

A cada instante me tropiezo con retazos de la convivencia contigo;

Con olores que no son tú,

Con sentimientos que no son tuyos, y me dejo llevar por el reproche de perderte,

Diría algo de mi vida, pero mi vida se fue contigo, dejándome sola.

Dejaste tirada una camisa detrás de la cama,

En el picaporte del baño esta tu bóxer y mi braga gritando que todo acabó,

Los dejo hacer, como quien no quiere la cosa, como si no estuviesen ahí y yo me estuviese volviendo loca,

Tu cepillo me grita desde el lavamano, a medio llenar de la pasta que nunca usaste,

Y yo solo puedo ignorarlos, más que decidiendo, convirtiéndose en mobiliario que adorna esta burbuja sobre nosotros.

A cada instante tu nombre alumbra en los faroles de las personas que te conocen;

Que me preguntan por ti,

Yo digo que estas muy bien, que tuviste una reunión y se te hizo tarde,

Que perdiste el taxi,

Que se te espicho una rueda,

Que se te quedó el abrigo,

Que extraviaste la gata,

Que fuiste a ver los caballos,

Que dejaste un zapato en la Cordillera,

Me he vuelto creativa oye,

Algún merito debe tener,

Inventar tu presencia en ausencia.

A cada instante me digo que vas a volver, para no perder

la poca cordura que me queda,

Manifestada en desalientos destellantes y asombrosos silencios,

Hay algo bueno de todo esto,

Que tu huella está impresa en cada poema, relato, que puedes ser mito y leyenda, pero nunca realidad,

Yo escritora, dolida y sin aliento,

Tu Adele, en potencia y con empeño.

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Día lluvioso

lluviasY me paré de la silla, con el hambre que tenia que hasta un gordito ácido me podría comer, tomé el monedero y me enrrumbe al puestico de dulces más cercano, ya imaginaba que se movía un ambiente un tanto lúgubre por el clima que hacia, pero cuando salí, imagina mi sorpresa al ver la lluvia caer a montones, rápida y acelerada, salpicando a todo quien se le atraviese, rompiéndose en mil pedazos. Pensé que eramos como la lluvia, cayendo y cayendo hasta que el suelo se topaba con nosotros, y aun así, seguir fluyendo, seguir llegando hacia algún lado. Tan tercos y persistentes como cualquier espermatozoide que alguna vez lo fue y hoy en día en un adulto medio formado con todas las de perder pero que sigue luchando. Nunca llegué al puestico ni me comí el dulcito de media tarde pero como me empape de nostalgia. La lluvia me traía recuerdos lejanos, nostalgias pasadas y sentimientos que hace tiempo caducaron, sensaciones ausentes y viajeros que hicieron honor a su nombre. Que fácil es arrastrarse a lo olvidado. Ya. La lluvia produce una calidez fría, del tipo en que piensas que no estas solo y que por allá habrá algún extraterrestre igualito a ti. También del tipo de hacerse arrumacos hasta con el perro, es que es inevitable sentirse un poco melancólicos en pleno invierno y la lluvia cayendo sobre nosotros, y, si existe el caso donde no te sientes así, estoy segura que ver unas buenas películas te dará esa sensación de encogimiento sensorial.

De resto, te digo, que me encanta la lluvia y todo lo que viene con ella.

Viaja ligero

La vida -Por lo menos para mí- es un viaje,
una carrera,
algo en constante movimiento, donde,
o avanzamos,
o nos arrastra,
porque la vida es
cada semana,
cada día,
cada hora,
cada minuto,
cada segundo,
nunca deja de ser,
y para llevar esta carrera,
este viaje,
debemos viajar ligeros,
dejando atrás todo
rencor,
tristeza,
dolor,
amargura,
opresión,
atadura,
y en cambio llevar,
tolerancia,
comprensión,
paciencia,
amistad,
valentía,
perseverancia,
Amor,
y muchos más que no pesan ni un poco,
Así que viaja,
pero viaja ligero.
Victoria Gabmor

Con un poco de tiempo

Con un poco de tiempo, puedo descubrir tu nombre, saber tu apellido y tu número telefónico; llamarte y fingir ser del cable cuadrando una cita contigo.
Con un poco de tiempo, puedo persuadirte de llamar a la policía por creerme loca y perseguirte; puedo inventarte unos versos y cantarlos en tonadas desenfadadas.
Con un poco de tiempo, puedo abrazarte, descubrir que te gusta y lograr que me llames.
Con un poco de tiempo, puedo ver que te hace triste, cavilar tus razones y solucionar tus situaciones.
Con un poco de tiempo, puedo indagar en tus argumentos y destruir tus escuetos pretextos, agarrarte la mano y que me lleves a pasear.
Con un poco de tiempo amor, puedo sucumbir a tu encanto y añorar tus destellos, soñar contigo de almohadas y de almohadas contigo.
Con un poco de tiempo, puedo hacer lo que quieras, puedo danzar entre estrellas y reír con sirenas.
Y todo eso, con un poco de tiempo.

Victoria Gabmor.