Último del 2014

Año nuevo

Año nuevo

Hundo mis pies en la arena y el agua los cubre, los arrastro perezosamente sintiendo la arena entre mis dedos. El agua esta fría y mi vestido salpica, camino un tramo y luego me devuelvo, camino y me devuelvo. Veo al cielo y globos del deseo se hacen pasar por estrellas, las mismas se esconden entre nubes pero una que otra se asoma mostrando su sonrisa, a lo lejos una fogata me calienta el alma, amarillo y anaranjado rugen entre maderas queriendo comer todo a su alrededor, y el mar brama y reclama su primer lugar por el sonido de sus olas, algunos bailan al son de la música y otros… Otros se sientan y disfrutan el panorama con la compañía de la brisa marina inundando todo, cada poro, cada ser.

Último del 2014

Hundo mis pies en la arena y el agua los cubre, los arrastro perezosamente sintiendo la arena entre mis dedos. El agua esta fría y mi vestido salpica, camino un tramo y luego me devuelvo, camino y me devuelvo. Veo al cielo y globos del deseo se hacen pasar por estrellas, las mismas se esconden entre nubes pero una que otra se asoma mostrando su sonrisa, a lo lejos una fogata me calienta el alma, amarillo y anaranjado rugen entre maderas queriendo comer todo a su alrededor, y el mar brama y reclama su primer lugar por el sonido de sus olas, algunos bailan al son de la música y otros… Otros se sientan y disfrutan el panorama con la compañía de la brisa marina inundando todo, cada poro, cada ser.

Divergente

Ojos que lo ven todo y oídos que saben escuchar. Pensamientos que no se supone que estén. Divergente en su totalidad, espera el momento. En su corazón se siente impaciente, porque sabe que algo grande se acerca. Tantas habilidades y virtudes, dones entregados y sin saber como controlarlos o desarrollarlos. Expectativas tan altas que rayan en la locura y la locura raya en el amor. Tantos mundos por ver y tan impaciente. El tiempo se acaba. El efecto multiplicador de una decisión. Hay más que ver. Esa pasión tan fuerte dentro que quema por estar encerrada. Anhela tanto explotar. El miedo paraliza a algunos, pero a ti te hace reaccionar. Yo quiero sentir tu corazón latiente.

Respirando natural

Y desde la altura podía observar todo, hasta la inimaginable. Sentada en un camino de cemento implementado por una mente audaz para las lluvias. A los lados pequeñas porciones de verde formaban un hermoso contraste con la tierra húmeda, más adelante un lago, que no era lo suficientemente grande para no ver su final. En lo más cercano, agua teñida de un verde musgo, podría pasar por tempera, lleno de plantas y vegetación marina, pero allá, casi al final, un tono azul que te hace pensar en lo profundo de tu propia vida. El lago esta oculto por arboles, que no tendrán cien años, pero si tienen una historia que contar, con ramas que caen flojas y hojas que bien no todas son iguales pero se parecen, y allí, sumamente escondida, esta una pequeña casita que no llega a cabaña, casi consumida por la flora del lugar, ella, respirando tranquilamente, saboreando cada gota de frescura de aire que el entorno podía ofrecer, sintiendo la belleza de lo natural y experimentando las sensaciones de comunión con la naturaleza, se sintió plena.

Turururu

De los @Neopublicistas

De los @Neopublicistas

 

Rodando voy, rodando voy, con la mochila al hombro, soñando despierta mientras que la luz ciega mis ojos, los lentes no surten efecto -¡Ja!- pienso con ironía, ni que fueran una pastilla Ojala… Mientras danzo en la noche estrellada, noches desconocidas con extraños amigos. Queremos cambiar el mundo pero no movemos un dedo por ello, yo diría… Baila.

Baila con la música del trabajo duro,

Baila con el amanecer,

Baila con el esfuerzo,

Baila con las ganas de dormir un poco más,

Baila con la vida bailarín, que para eso estas. Para disfrutar del camino y en ello gozarnos.

 

Relatos del día: Cauchos espichados entre páginas invernales parte II

BALANCEO EN LA CARRETERA

íbamos camino a casa cuando nos paramos a comprar lago en la farmacia. Mi mamá nos esperaba en el carro mientras Os y yo íbamos a comprar, no hace falta decir: nos tardamos un montón. Es que no se que tienen las farmacias grandes que me atraen, puede ser la extensa variedad de artículos que probablemente nunca necesite, ó el hecho de todos los colores, no se, pero me llaman.

Cuando volvimos y nos montamos en el carro si noté un balanceo medio extraño, pues resulta que espichamos un caucho, mi mamá ni idea y cuando le dije medio entró en pánico. Ella es una mujer que puede hacer casi de todo, pero usualmente si alguien la ayuda es mucho mejor. Yo, como siempre, tranquila en el exterior y corriendo frenéticamente en mi cabeza, claro, es que alguien tiene que mantener la calma en situaciones así. Os diciéndole a mi mama que bajara la velocidad porque sino nos quedábamos sin caucho y ella que nada que escuchaba. mirándolo desde una perspectiva que no era la nuestra en esos momentos era hasta graciosa la situación. Claro, mi mama diría que nunca fue graciosa.

Total que paramos en la segunda bomba, ya que la primera mi mama se la saltó -aún tengo la duda del porque- y ahora el trabajo era cambiar el caucho, que cuando nos bajamos nos dimos cuenta de que no estaba mal, estaba malísimo, rajado y demás. Por una parte teníamos a Os como fuerza bruta y a mi mama como la parte intelectual porque Os en su vida había cambiado un caucho, claro, estaba yo también, que era la parte Bulto, es decir, la que no hacia más que mirar y sostener las llaves.

SITUACIÓN CRITICA

-¡Ay!- Fue la exclamación de mi mamá cuando el gato peló lo que sea que sostenía debajo del carro y el carro se bajó. Se armó la san quintina me dije yo mientras veía a esos dos intentando volver a poner el gato donde iba.

Os sacando las tuercas para aflojar el caucho.

Os sacando las tuercas para aflojar el caucho.

Cuando terminaron no había pasado ni media hora, nos felicitamos mutuamente por tan buen trabajo de cada uno, y nos fuimos a casa.

Relatos del día: Cauchos espichados entre páginas invernales parte I

LIBROS Y MÁS LIBROS

Hacia ya tiempo tenia pensado sacar un día y dedicarlo a ir de librería en librería a buscar algunos libros que quería, me dijo que este año iba a ir a full con la escritura pero también con la lectura, me he ido siempre por un género en especifico y dije que iba a explorar nuevos horizontes. El tema es que ese día fue hoy. Os y yo nos pusimos a ello (en realidad lo arrastre conmigo). Fuimos a varias partes en el centro de la ciudad vecina buscando vendedores ambulantes que tuviesen libros a 3 por locha. (Nota: En Maracay no hay vendedores ambulantes de libros, SE OFRECE EL EMPLEO.)

Pasamos también por los hippies que venden cositas curiosas y me compré un cuerito-que-no-es-cuerito. A todas estas fuimos a otra librería y allí encontramos libros-obvio-  (no los que buscaba, pero en fin), estábamos buscando El camino del artista de Julia Cameron, pero resulta que el libro tiene tanto tiempo que cuando la dependienta lo buscó en sistema, ¡ni precio tenia! -Ella me lo dijo como si fuese inaudito, yo nunca entendí -eso es idioma de vende libros- en cambio les eché el ojo a unos vistositos que pude pillar, eran varios y me sucedió lo mismo que le sucede a la población lectora del mundo.

¿CUAL ME LLEVO?

Pregunta agobiante para nosotros los lectores empedernidos. Al final escogí tres:

*Diario de invierno de Paul Auster.

Aquí les subo parte de la contraportada:

Diario de invierno de Paul Auster

Diario de invierno de Paul Auster

«Estas paginas son un recuento de cicatrices, un autorretrato escrito a partir de un universo de sensaciones físicas, del dolor al placer, pues <<ahí es donde comienza la historia, en el cuerpo, en donde todo terminará también.>>

*Entre ciudades y pueblos de Luis Enrique Bottaro Lupi.

Entre ciudades y pueblos de Luis Bottaro Lupi

Entre ciudades y pueblos de Luis Bottaro Lupi

Que tiene detrás un recuento de los países de los cuales se habla en el libro y la verdad se ve bien interesante.

*Un país a la semana de Alberto Barrera Tyszka.

Un país a la semana de Alberto Barrera Tyszka

Un país a la semana de Alberto Barrera Tyszka

Que nos lanza una contraportada así:

«De pronto tenga la sensación de que estoy en un país extranjero. No reconozco ni entiendo lo que ocurre. Siento un desconcierto que, lentamente, va dando paso a una extraña impotencia. Como sí de repente hubiera caído en mitad de un país lejano, cuyas costumbres y formas de relación me resultas incomprensibles. Amaneciste en Indonesia, Barrera, ¿que tal?».

No los he leído aun. Están en cola, apenas los lea subo un resumen para decir que tal me parecieron.

Me digo a mi misma repetidas veces y lo digo por el blog también,

TENGO QUE DESTINAR UN PRESUPUESTO PARA LIBROS.

 

De esto si estoy segura

Muchas veces no se que me gusta o que me apetece, usualmente me guío por como me siento y de que forma quiero vencer ese día. Algo que SI tengo claro es lo que NO me gusta y va algo como esto:

Es que, tengo que admitirlo, a veces soy muy quisquillosa con cosas bobas, pero que más, así soy. A pesar de esto trato de siempre verle el lado bueno a las cosas porque claro esta, TODO TIENE UN LADO BUENO.

Tal cual, yo cada mañana. Los siete días.

Tal cual, yo cada mañana. Los siete días.

-Despertarme temprano. Yo quiero acostumbrarme pero lo cierto es que no me gusta tanto como a otras personas que si son madrugadoras. Amo las mañanas y me encanta lo que transmiten, pero hasta ahí.

Hasta parecen molestos.

Hasta parecen molestos.

-Los animales con plumas. Yo siento que me da de todo cuando están cerca de mi.

Libros, libros.

Libros, libros.

-El no poder comprar todos los libros que quiero. Traducción, todos. No me gusta, pero poco a poco voy formando la pila.

Tipos de teclado: El que escriba lo que yo quiero decir.

Tipos de teclado:
El que escriba lo que yo quiero decir.

-Mi diccionario en el teléfono. Cambia todo por Tofo apenas me descuido. El condenado.

¿He dicho que me encanta esta imagen?

¿He dicho que me encanta esta imagen?

-Las conversaciones ociosas y sin sentido. Me dan una incomodidad que no te imaginas. Yo normalmente soy retraída.

-El pollo que sabe a pollo y la carne que sabe a carne. Lo se, lo se. Ilógico pero es la verdad. 

Mi corto cabello.

Mi corto cabello.

-Esperar a que crezca mi cabello. Me aburro y por eso casi siempre esta corto.
-Ponerme algo que no me gusta a mí. Así me quede fantástico, sino me gusta, no va.

 

 

Esta es una pequeña recopilación de cosas que NO me gustan, ya luego subo la lista de lo que SI me gusta.

Entre clases

En la universidad me tocó una profesora de esas que se miran de lejitos y volteas la mirada para que no te vea de vuelta. De esas que se rumorea en los pasillos que su maldad es inversamente por proporcional con su tamaño (Nunca son muy altas) y que, si no eres un crack en la materia ni sueñes con pasar. Lo cierto es que estaba escrito su nombre en mi horario y al principio no creí que fuese tan mala. Me equivoqué (Y no a la vez, pero eso para más adelante), el primer día nos dejo claro las reglas del juego, y la primera fue: Esto no es un juego. Soy de poco impresionar y esto solo me dio más determinación de ser una de las mejores sino la mejor en su clase.

Dibujo hecho por mi de la profesora. :)

Dibujo hecho por mi de la profesora. 🙂

Secretamente creo que lo hizo para asustarnos porque a la siguiente clase llegó más tranquila.

Ella es como una fiera. Intimidante, sin escrúpulo alguno de destrozarte frente a una clase por demostrar la verdad. Me encanta.

Tal vez porque yo tengo un toque de acidez en mis venas, no lo sé con certeza, pero cada vez espero con ansias sus clases, su fiereza me inspira, y por eso, hoy, escribí este post.

Creo firmemente que esos profesores son los que te dejan huella, o por lo menos a mi. Nunca he recordado una maestra amable. Mis compañeros creen que estoy medio loca porque tenemos empatía y más si supieran que escribí sobre ella, pero ahh, ya soy rara, ¿que importa?

Un aplauso para esos profesores que su pasión es más grande su amabilidad.

Un aplauso para esos profesores que te inspiran a ser mejores.

Un aplauso.

Divagando

Algún mar.

Algún mar.

Inspiración que llegas y te vas, me dejas pegada y luego no más. Juegas, juegas y no sabes ya que hacer conmigo. Me encanta que me elijas como compañera de juegos. Nos peleamos y nos arañamos, nos reímos y extrañamos. A veces te levantas temprano arrastrándome a horas irremediables.

Me convierto en una inexorable habitante de la computadora, mi país se llama el nombre del recuerdo del día, el momento culminante de la semana. Me zas encanta, me encanta que me muerdas con esos colmillos
tuyos! Oh, mi dulce dama! Si fueras caballero te cortejaria! Como eres mujer te tengo como amiga, tu que vienes y vas, nunca dejes de regresar.